Confesión
«Si te llamo es para decirte que he bajado los brazos: no puedo más. Todo esto me asquea, porque todo es mentira, pura hipocresía. Quizá pienses, cuando te lo cuente, que sólo es una anécdota; nada relevante para sacar conclusiones apocalípticas... Es verdad, puedes pensarlo porque la historia es, en realidad, insignificante. Sólo que, como otras historias que tampoco llenan periódicos, debajo hay alguien que sufre, que siente. Y como es mi partido, como es en lo que creo, y además conozco al personal, por eso me desborda».
«La noticia quizá te pasó inadvertida. Fue la detención de un concejal de IU en un pueblo de Sevilla, en Martín de la Jara, por pegar a su hija. Para más inri, es concejal de Seguridad Ciudadana. Por lo que he sabido, todo sucede porque una vecina del concejal, harta de oír gritos o llantos, llama al novio de la hija de ese concejal y le cuenta lo que pasa. Eran cerca de las doce de la noche. El novio llama, a su vez, a la Guardia Civil, denuncia los hechos y, en poco tiempo, los agentes se personan en el domicilio del concejal. Comprueban la denuncia, detienen al concejal y lo llevan al cuartel. La hija va al hospital y la atienden de lesiones leves en la cara. Cuando presta declaración, el juez deja en libertad al concejal agresor pero le imputa un delito de maltrato familiar, que, según la gravedad que se determine, puede aparejar desde seis meses a tres años de cárcel».
«Bueno, hasta ahí los hechos. Como el asunto está sub iudice ya veremos qué dice la Justicia, si el concejal es inocente o es culpable. Lo que me indigna es la reacción política. En cuanto se enteró de la noticia, el alcalde de IU lo primero que hizo fue quitarle importancia: ‘Es un hecho puntual y el concejal cuenta con todo nuestro apoyo’. Puedes pensar que qué va a decir el alcalde, sino respaldar a su concejal. Vale, démoslo por normal, aunque yo no entienda esa normalidad. Pero vamos a lo que dijo Diego Valderas, que es el coordinador regional y al que, por lo menos, se le debería de exigir cierta distancia. Pues mira lo que dijo: ‘Fue un manotazo equivocado, accidental y no deseado. Ha sido un hecho desgraciado y puntual’. ¡Coño, un manotazo equivocado! ¿No les da por pensar que a lo mejor no es así? ¿Y la víctima? ¿Tú crees que la vecina va a llamar al novio a las once de la noche si fuera así?»
«Mira, la catadura moral, los principios y las creencias no se miden por toneladas, muchas veces se expresan en detalles insignificantes. ¿Hubiera sido la misma la reacción de la dirección de Izquierda Unida si no estuvieran cerca las elecciones? ¿Hubiera sido igual si el SOC no tuviera un peso decisivo en la dirección de Izquierda Unida? Yo ya me he respondido a las preguntas; por eso te digo que me asquea. Son los míos, y me asquea. A partir de ese incidente de Martín de la Jara, traza una raya hacia todo lo demás… Primero el partido, el poder, y después nada. Por interés, se despedaza al contrario; por interés se silencia lo que sea. La política no puede ser esto. Y resulta que esto es lo que hay».
Etiquetas: Izquierda Unida, Justicia, Mujer
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